Caso clínico – Duelo por pérdida de pareja desde el enfoque psicoanalítico

Datos del paciente

Nombre: Laura

Edad: 34 años

Motivo de consulta: «No puedo seguir adelante desde que mi pareja murió hace un año».

1. Inicio del análisis y encuadre
Laura llega a consulta con llanto frecuente, insomnio y pérdida del deseo vital. A pesar del tiempo transcurrido desde la muerte de su pareja en un accidente, relata sentir que “no puede dejarlo ir”. El analista propone un encuadre clásico: sesiones tres veces por semana, atención flotante, sin intervenciones directivas.

En esta etapa se instala la transferencia y se estimula la asociación libre. Aparecen los primeros sueños con el difunto, con contenidos ambivalentes.

2. Exploración del objeto perdido
Laura habla de su pareja como alguien “perfecto”, aunque más adelante emerge que él solía ser distante emocionalmente. Se explora cómo idealiza su recuerdo y cómo eso obstaculiza el proceso de duelo.

Se interpreta el lugar que ese otro tenía en su economía libidinal: era un soporte narcisista que calmaba sus ansiedades de abandono. Se activa una identificación con el objeto perdido (“sin él, no soy nada”).

3. Dolor psíquico y defensas
Durante las sesiones, Laura revela intensos sentimientos de culpa: días antes del accidente, habían discutido y ella había deseado “que desapareciera”. Este contenido inconsciente reactiva fantasías infantiles de omnipotencia y castigo.

Emergen defensas como la negación (“no puede ser que no esté”), la culpa excesiva y la idealización. El analista interpreta estas defensas, permitiendo el acceso a la ambivalencia: amor y hostilidad hacia el objeto perdido.

4. Trabajo transferencial
Laura comienza a dirigirse al analista con una demanda de contención afectiva muy intensa. Repite en el vínculo terapéutico el anhelo de ser cuidada como lo hacía su pareja, y también sus miedos al abandono.

La transferencia permite revivir el vínculo con el objeto perdido y resignificarlo. Las interpretaciones apuntan a iluminar el deseo inconsciente y la repetición, permitiendo elaborar lo no dicho.

5. Elaboración simbólica de la pérdida
Con el tiempo, Laura comienza a relatar recuerdos sin quedar sumida en el dolor. Puede hablar de sus proyectos personales y hasta recordar aspectos negativos de la relación sin culpa.

El trabajo analítico permite que la libido se desligue del objeto perdido y se reinvierta en la propia vida. El objeto ya no se mantiene como presencia fantasmática, sino como recuerdo representable.

6. Cierre del proceso
Hacia el final del tratamiento, Laura manifiesta deseos de comenzar una nueva relación, sin sentir que “traiciona” a su pareja fallecida. Decide dejar el análisis luego de un año y medio de trabajo.

El duelo se ha elaborado. El objeto ha sido simbólicamente despedido. Laura puede amar sin repetir, sin idealizar ni negarse al dolor del pasado.

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