La autoestima es la valoración subjetiva que una persona tiene de sí misma. Incluye creencias, emociones y conductas relacionadas con cómo nos percibimos.
La baja autoestima implica una autovaloración negativa o inadecuada. Las personas con baja autoestima tienden a:

Criticarse duramente.

Sentirse inferiores o incapaces.

Temer el rechazo y la desaprobación.

Evitar desafíos por miedo al fracaso.

Depender excesivamente de la validación externa.

¿Cómo se origina la baja autoestima?
La baja autoestima puede desarrollarse por una combinación de factores, incluyendo:

1. Experiencias en la infancia:
Críticas constantes o invalidación de figuras importantes (padres, maestros).


Falta de afecto o atención.

Abuso emocional, físico o negligencia.

Comparaciones frecuentes con otros.


2. Ambiente social y cultural:
Normas sociales exigentes o idealizadas.


Discriminación o acoso (bullying).

Exposición a estándares inalcanzables (por redes sociales, por ejemplo).

3. Fracaso o experiencias traumáticas:
Fracasos repetidos sin una red de apoyo.

Relaciones tóxicas o destructivas.


4. Patrones de pensamiento negativos:
Distorsiones cognitivas como:


“Todo o nada” (perfeccionismo).

“Lectura de mente” (suponer lo que otros piensan).

“Generalización excesiva” (un error significa fracaso total).

Tratamiento Recomendable

El tratamiento más eficaz para la baja autoestima es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), aunque también pueden ayudar otras intervenciones.

1.Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
Ayuda a identificar y modificar pensamientos automáticos negativos.

Enseña habilidades de afrontamiento y conductas alternativas.

Incluye técnicas de exposición, reestructuración cognitiva y entrenamiento en habilidades sociales.

2. Terapia centrada en la compasión
Se enfoca en reducir la autocrítica y fomentar la autocompasión.

3. Psicoterapia psicodinámica
Explora causas profundas en la historia personal y patrones inconscientes.

4. Terapias grupales
Favorecen el sentido de pertenencia y el aprendizaje entre pares.


Técnicas y ejercicios para trabajar la autoestima

Aquí tienes ejercicios prácticos y efectivos desde un enfoque cognitivo-conductual:

1. Registro de pensamientos automáticos
Anotar pensamientos negativos que surgen en situaciones cotidianas.


Identificar la emoción asociada y analizar la evidencia a favor y en contra del pensamiento.

Reformular el pensamiento con una perspectiva más realista.


Ejemplo:

Pensamiento: “Soy un fracaso.”

Evidencia a favor: Cometí errores en el trabajo.

Evidencia en contra: También logré objetivos importantes.

Pensamiento alternativo: “Cometo errores como todos, pero también tengo logros.”


2. Diario de logros personales

Escribir cada día 2-3 logros, por pequeños que parezcan.

Refuerza el sentido de competencia y progreso.


3. Afirmaciones realistas

Crear afirmaciones positivas basadas en hechos (“Estoy aprendiendo a valorarme cada día más.”).

Repetirlas a diario, con énfasis en creértelas poco a poco.


4. Exposición gradual a desafíos
Hacer una lista de situaciones evitadas por inseguridad.

Enfrentarlas de forma progresiva, comenzando por las más fáciles.


5. Técnica del «mejor amigo»
Escribir cómo hablarías a un amigo querido si él estuviera en tu lugar.

Aplicar ese mismo mensaje a ti mismo.


6. Actividades agradables programadas

Planificar semanalmente actividades que generen bienestar (paseos, hobbies, contacto social).

Aumenta la percepción de autoeficacia y satisfacción personal.


7. Entrenamiento en habilidades sociales

Aprender a decir “no”, hacer peticiones y expresar opiniones con respeto.

Por: Lic. Marcelo Gabriel Le Rose

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