Si cada día te es más difícil terminar proyectos y comenzar nuevos, te incomoda festejar tus logros o admitir errores puede que el perfeccionismo haya comenzado a ser una dificultad en tu vida y menos una virtud.

¿QUÉ PASA CUANDO NADA SALE COMO QUIERO?

Hoy les comparto cómo identificar si el perfeccionismo pasó de ser una virtud a un obstáculo. Puede comenzar como una característica que enorgullece: «soy responsable y nadie hace el trabajo como yo».

Si hoy en día te encontrás con una enorme dificultad para poder finalizar proyectos, comenzar nuevos o incluso notás que tardás mucho más que los demás en tareas simples es que esa cualidad que tanto sirve a veces, se volvió un problema.

Es parte de cada persona y se basa en cómo aprendimos a valorar las acciones desde niños (y cómo nos valoraban a nosotros por las mismas).

Inspirado en el libro de Eduardo Keegan «Guía para perfeccionistas en problemas». El primer paso es identificar qué tanto está afectando nuestras vidas.

¿CÓMO SABER SI MI PERFECCIONISMO COMIENZA A SER UN OBSTÁCULO EN MI VIDA?

Tengo más pendientes en los últimos 30 días que tareas cumplidas.
Planifico tardar cierto tiempo en una tarea y termino tardando el doble.
Me cuesta dejar ir cosas hechas por mí porque pienso que siempre podrían mejorarse.
Me paraliza la idea de realizar una actividad para la que no estoy 100% preparado.
Me considero muy detallista pero puede resultar agotador.
Estos comentarios pueden ser frecuentes en el día a día:

“Me preocupa tanto llegar al resultado perfecto que al final no hago nada”

“Me avergüenza contar mis logros, realmente no son para tanto”

“No espero tanto de los demás como espero de mí”

“Cuando por fin logro lo que quería veo que hay más cosas por hacer, parece un sufrimiento sin fin”

“Me siento incómodo con los halagos”

¿POR QUÉ?

La persona perfeccionista se juzga por lo que hace y no por lo que es.

Qué tan bien hizo una tarea determinará su valor como persona, por esto es que resulta paralizante realizar una tarea en la que hay probabilidades de fallar.

¿QUÉ PUEDO HACER?

Amplificá poco a poco los logros tolerados aunque no sean los mejores:

“Sino tengo un 10, puedo aceptar un 9 o un 8″.

Probablemente haya comentarios de personas externas que confirmen que tu excelencia determina la calidad de persona que sos. Identificá estas personas y comenzá el cuestionamiento (ir más allá: preguntar y profundizar en esa conversación).

Diversificá: Presentá opciones para cómo realizar una tarea y opciones para cómo puede resultar y seguir siendo aceptable.

«¿Y si no sale como quiero? Mejor no arriesgar»

Recordá que es un proceso a largo plazo, exigirnos demasiado desde el principio nos expone a la frustración.

El comienzo será el reconocimiento del problema y de patrones que se repiten en cada fase de nuestra vida. Muchas veces la forma en que funcionamos en lo profesional, las amistades, pareja, el trabajo demuestran dinámicas que se repiten: por ejemplo la incapacidad de comenzar o finalizar etapas o vínculos. Puede ser un compromiso amoroso, un trabajo, una carrera. El miedo al cambio y a no cumplir con nuestras expectativas nos paraliza y evitamos salir de lo conocido.

Finalmente pedir ayuda puede ser más difícil para aquellas personas que se identifiquen con este artículo, ya que admitir que uno no puede solo implicaría poner en duda lo que uno es y de lo que tan seguros estamos. Para esto te recomiendo pensar: “¿Yo (mi nombre) voy a cambiar mi forma de ser y mi valor como persona por pedir ayuda?”

Si la respuesta es sí: “¿el cambio a quién molestaría? ¿qué es lo que está en juego y para quién? ¿qué pasa si alzo mi voz por mi sufrimiento?” Esto es necesario analizarlo y pensarlo con calma: “¿cuál es el límite al que estoy dispuesto a llegar para no pedir ayuda?”

No es una tarea fácil, admitir el problema ya es un logro que reconocer.

¿Te dijeron que con solo lo bueno no bastaba?

¿Alguna vez sentiste que no importaba qué tan bien hicieras algo, nunca era suficiente para los que te rodeaban?

Bienvenido al proceso, ¡no estás solo!

Recordá que es un camino con varios pasos, reconocer herramientas y puntos de mayor dificultad es el comienzo de un proceso a largo plazo.

¡Bienvenido!

Valentina Rovera

Licenciada en Psicología – M. P. 15.137

Ingresar

Registro

Restablecer la contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico y recibirás por correo electrónico un enlace para crear una nueva contraseña.